Podremos respirar en Marte
"Estas en la luna de Valencia" es el más conocido dicho del refranero popular, que hace alusión a todas aquellas personas distraídas que suelen extrapolarse de la realidad. Desde la antigüedad, el hombre se ha empeñado por demostrar la presencia de seres sobrenaturales, o sea, la existencia de vida extraterrestre en otros planetas.
Aunque el tema ha sido ampliamente difundido, la idea vivir en otro planeta sigue siendo una quimera. Aunque, al parecer, con Marte pudiéramos lograrlo, de no ser por la carencia de oxígeno en su superficie.
De acuerdo con investigaciones recientes, este problema pudiera tener solución con la ayuda de un microorganismo hasta el momento no conocido. Para el desarrollo de este estudio, fueron convocados un grupo de especialistas pertenecientes países del continente europeo: Italia, Francia, Reino Unido y Australia.
Según los datos obtenidos, la presencia de cianobacterias, permite alcanzar una fotosíntesis adecuada, capaz de crear oxígeno de una forma segura. Si bien los expertos aclaran, esta posibilidad es real debido a que este microorganismo consigue resistir el ambiente hostil del caliente planeta.
Fue la NASA la encargada de divulgar el notable descubrimiento. Estas cianobacterias pueden subsistir en entornos inhabitables como: el desierto del Mojave, la Antártida y las afueras de la Estación Espacial Internacional. Llama la atención que estos microorganismos en forma de algas verdeazuladas tienen la capacidad de realizar el proceso fotosintético con pequeñas cantidades de luz, dígase mucho menos de lo que requiere una planta de tomates.
Jennifer Morton, notable especialista de la Facultad de Investigaciones Químicas de la Universidad Nacional Australiana (ANU), insistió en las ventajas de estas algas con respecto a las demás, por los niveles bajos de luz que necesita para llevar a cabo el proceso fotosintético. La fotosíntesis se realiza gracias a la presencia de la clorofila en las plantas. La cual ostenta algunas variedades.
En este sentido, las cianobacterias no se quedan atrás pues utilizan un prototipo diferente, la clorofila f, encargada principal de la conversión de luz infrarroja en energía potencialmente utilizable, así como también la liberación de oxígeno. Por esta razón, los expertos confían en la viabilidad de este microorganismo en el futuro. Alegando la posibilidad de que las próximas generaciones puedan hacer del sueño anhelado una realidad, al menos, en Marte.