Nunca vayas a una prisión paraguaya
La presidenta del Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura, Soledad Villagra, expresó que las cifras de recluidos aumentan de forma preocupante cada semana y los centros de reclusión se llenan incluso aunque ya no tengan capacidad para albergar a más personas. El hacinamiento en penitenciarías es una situación preocupante pues no se brindan las condiciones a los reclusos para que se inserten nuevamente en la sociedad, algo que está siendo aplazado por el país.
Entre las grandes críticas que se hace a los sistemas penitenciarios en el mundo son las malas condiciones de sus estancias, el hacinamiento y los malos tratos a los reclusos, que en casos extremos llegan a catalogarse como violaciones a los derechos humanos.
En el caso de Latinoamérica, y específicamente en Paraguay, hace solo unos días que la presidenta del Mecanismo Nacional de Prevención de Tortura, Soledad Villagra, señaló que las cifras de recluidos aumentan de manera preocupante semana tras semana y los centros de reclusión se llenan incluso a pesar de que ya no tengan capacidad para albergar a más personas.
Como referíamos al inicio, el hacinamiento en penitenciarías es un tema del que no escapan las prisiones en Paraguay y es una situación preocupante porque no se brindan las condiciones a las personas recluidas para que sean insertas nuevamente en la sociedad, algo que según las autoridades está siendo aplazado por el país.
Esto y otros factores, dejan al país como el peor posicionado en la región en materia de prisión. En ese sentido, Villagra explicó que desde la institución que ella encabeza tratan de revertir esta situación, pues son el país con más presos sin condena de Sudamérica; con 9 500 sin condena, de la población total penitenciaria que es 14 mil.
Las penitenciarías más comunes del país, como son Tacumbú o Emboscada, tienen un porcentaje de tres o cuatro veces su capacidad, lo cual crea condiciones precarias y organizaciones en las que aquellos que tienen más recursos pueden acceder a privilegios que no son accesibles para los demás reos sin medios.
Según la especialista, en otras épocas han tenido índices menores y la inseguridad baja, y explicó que, lo contrario a lo que cree la gente, hay más inseguridad cuando hay más personas encerradas. La titular del Mecanismo critica también a los magistrados que envían a mansalva a las personas a las cárceles por delitos menores como un accidente sin mayor relevancia.