El origen de la mafia siciliana está en los cítricos
En ocasiones las asociaciones, el origen de las cosas, pueden sonar ridículas, absurdas o incríebles. Y tal puede ser el caso del origen de uno de los sindicatos del crimen más famosos del mundo: la mafia siciliana. ¿De dónde nació? ¿A qué se vincula su origen? Una reciente investigación de un grupo de economistas de las Universidades de Manchester, Belfast y Göteborg han descubierto que son los cítricos los “responsables” de que surgieran los gansters de Sicilia.
La historia se remonta a 1753, cuando un médico escocés, James Lind, sacó a la luz su “Tratado sobre la naturaleza, las causas y la curación del escorbuto”. Lind había sido miembro de la Royal Navy, durante sus viajes a bordo del Salisbury, había descubierto que los cítricos, limones y naranjas, eran la mejor solución para esta enfermedad que producía el déficit de Vitamina C, y que tanto afectaba a aquellos marineros con escasez de frutas y verduras en su dieta cotidiana.
Luego de que James Lind publicara su revolucionaria cura del escorbuto, la población fue impactada en gran manera, y junto a ello sus habitos de alimentación y la dinámica de sus economías. En los mercados el ajetreo del populacho ávido de frutos cítricos era incesante, los productores no eran suficientes para cubrir la creciente demanda.
De hecho, cien años después del descubrimiento de Lind, Italia se había transformado en uno de los principales productores de cítricos de Europa, aunque la estructura agrícola no estaba fundada en la organización, a los productores les resultaba imposible cumplir con la demanda de los países vecinos.
Les urgía redefinir su negocio. Necesitaban una figura que les protegiera su producción de cítricos del acoso de los delincuentes, un intermediario entre productores y exportadores. El estudio de los economistas publicado en el Journal of Economic History afirma que: “La mafia surgió en aquellas regiones donde los agricultores obtuvieron grandes ganancias operando dentro de un estado de derecho débil”. Tiempo en los que ni los Borbones ni el gobierno italiano posterior a la independencia (1861), tenían la fuerza o los medios para hacer cumplir los derechos de propiedad privada.
Los expertos se adentraron en los resultados de un análisis parlamentario previamente hecho. Se trata de una investigación conocida como Damiani, llevada a cabo entre 1881 y 1886, la misma examinaba las condiciones del sector agrícola y del campesinado en cada región italiana. Luego de que apareciera por vez primera en la década de 1870, la Cosa Nostra, nombre por el que se le conoce a la organización en Estados Unidos, no tardaría en infiltrarse en las esferas económica y política de Italia como de los Estados Unidos.
La Damiani se basa en los textos publicados por Niccolò Turrisi Colonna, terrateniente y político vinculado a Antonino Giammona, el jefe mafioso de Uditore. Otro destacado siciliano, el príncipe Pietro Mirto Seggio, contrató como principal guardiá de su granja a un hombre llamado Giuseppe Fontana, el mayor sospechoso de la muerte de Emanuele Notarbartolo, un aristócrata, banquero y exalcalde de Palermo. De hecho, el asesinato de Notarbartolo en 1893 es considerado como el primer gran asesinato de la mafia en Sicilia a una persona no afiliada a una banda criminal.
Es así que la mejor opción para las personas bajo el punto de mira de la mafia era establecer una relación con sus líderes fundamentales, ser de alguna manera sus aliados. Due sin dudas el auge de los cítricos en Italia, el que hizo que los individuos con menos escrúpulos de Sicilia aprovechasen esos tiempos sin ley.