¿Qué consejos sexuales traía un manual prohibido hace 300 años?
La “Obra maestra de Aristóteles, completa en dos partes, la primera que contiene los secretos de la generación” fue publicada en Londres a finales del siglo XVII y prohibida, sin embargo no fue hasta siglos después que dejó de comercializarse de manera clandestina, pues los vendedores estaban temerosos de violar leyes contra la obscenidad.
El título fue prohibido en el Reino Unido en el justo momento de su publicación, debido a su escandaloso contenido, y no fue hasta la década de 1960 que pudo circular libremente. ¿Pero qué contiene dicho texto? A pesar de que su nombre no lo deja claro, se trata de una manual de sexo, que también está salpicado de romance, al estilo de la época de su creador, que aun no se conoce, pues pretendió ser el filósofo de la antigüedad Aristóteles.
Uno de los consejos puntuales que ofrece a ambas sexos sobre el acto de la copulación pide que “antes de que comiencen sus abrazos conyugales, vigorizar sus deseos mutuos y hacer que sus llamas ardan con un ardor más feroz valiéndose de esas formas adorables que el amor puede enseñar mejor de lo que yo puedo escribir”. Además aconseja al hombre que tras hacer “lo que la naturaleza pueda requerir”, no se separe tan rápido de los brazos de su esposa.
Sin embargo, esto no parece un motivo tal para la censura del libro, pero no fueron los consejos sexuales los que más escandalizaron a los lectores. Según Jim Spencer, tasador de libros y manuscritos de la casa de subastas inglesa Hansons, una de las razones para su prohibición fue la inclusión en sus páginas de ilustraciones de monstruos que “son engendrados por la cópula antinatural de mujeres con bestias”. Además decía que las mujeres debían mirar seriamente al hombre y fijar su mirada en él porque si no la fuerza de la imaginación “podría producir un niño con un labio peludo, boca torcida o grandes labios grasosos”; si la fémina sigue al pie de la letra ese consejo entonces el hijo se parecerá al padre.
Otra recomendación para el hombre es que en aras de que sus “semillas sean abundantes” debe incluir en su dieta una cobinación de tuberculos y pájaros cantores, mientras que las mujeres deben evitar comer cosas duras y grasas.
En su libro dedica unos de los acápites a decir que el hombre es la maravilla del mundo, y todo debería estar subordinado a él. Entonces qué crees, ¿volver el libro a su censura inicial o quemarlo junto a sus monstruos?
