La donación de órganos aun es tabú en Colombia
Dentro de las mejores y más desinteresadas acciones que puede realizar un ser humano está la donación de órganos, tanto hechas por donantes vivos como por personas que desean donar sus órganos después de fallecidos. Innumerables con las historias de personas que se han salvado o han mejorado su calidad de vida por un trasplante de órganos. En el caso de Colombia, según Héctor Eduardo Castro, director de Medicamentos y Tecnologías en Salud, alrededor del 94 por ciento de los casos de trasplante que se realizan en el país son de riñón y las personas tienen que esperar de 3 días a 7 años para recibirlo.
La escasez de órganos para trasplante es una dificultad a nivel mundial. Específicamente en Colombia, antes de que entrara en vigencia la Ley 1805 en 2017, menos del 4 por ciento de las personas que esperaban un órgano lograban obtenerlo a tiempo, según datos del Instituto Nacional de Salud (INS). Esta Ley expresa que todos los colombianos son potenciales donantes de órganos, a menos que se exprese lo contrario en vida.
Esta ley es muy favorable para aquellos que necesitan un trasplante, pues el número de personas que esperan por uno crece a un ritmo superior a la disponibilidad de órganos.
Luego de que se modificara la Ley, el número de trasplantes en el país creció 21 por ciento en 2017. Sin embargo, aunque estas son cifras alentadoras, Colombia tiene una tasa de apenas 7 donantes por cada millón de habitantes, lo que resulta preocupante.
A finales del 2017, 2 589 personas se encontraban en lista de espera de órganos, de las cuales la mayoría, esperaban riñón, y en menores cifras corazón, hígado, pulmón, páncreas, intestino, riñón – páncreas, riñón-corazón e hígado, riñón y páncreas. Estas cifras son indicador de la necesidad de seguir rompiendo mitos alrededor de la donación en el país.
Según la INS, la cifra de donantes pasó de 1 068 en el 2016 a 1 287 en el último año. También se registran incrementos en el número de donantes potenciales, con 1 692 colombianos que perdieron la vida y eran aptos para donar sus órganos. Los alentadores resultados indican que la tasa nacional de donantes se incrementó casi un dígito, hasta 8,8 por cada millón de habitantes.
En lo relativo a la norma que rige actualmente en Colombia de presunción de donación, que señala que todos los colombianos son potenciales donantes, Germán Raúl Chaparro, investigador del Grupo de Protección Social de la Universidad Nacional de Colombia, explica que tienen como objetivo extender al máximo la donación potencial, pero esto no implica que las tasas de donación efectiva se incrementen. Como señala el especialista, si no se trasmite de manera adecuada la información y los incentivos relativos a la donación de órganos, los individuos pueden desconfiar del modelo y de sus instituciones. Aunque, de acuerdo con los especialistas, en el país cada vez más ciudadanos acceden a trasplantes, algo que puede ser indicador de que la confianza en el sistema crece.
