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jueves, 31 de mayo de 2018

Hablando lo necesario: masculinidad

Por Miss GD

Mayoritariamente, la perspectiva de género ha sido utilizada para analizar las problemáticas femeninas teniendo en cuenta su discriminación como grupo subalterno en el orden patriarcal. Aplicar la perspectiva de género como base teórica para la investigación implica tener como categorías de análisis la feminidad y la masculinidad, viendo desde la epistemología la construcción y las dimensiones de ambos géneros, tanto en su expresión independiente como relacionados entre sí.

No por ello se niegan los aportes de la ideología feminista, todo lo contrario, ver al género como una construcción social que establece un orden que afecta tanto a hombres como a mujeres, nos permite denunciar el sistema patriarcal como un elemento de poder que crea desigualdades y limitantes para ambos sexos.

Los estudios sobre masculinidad o masculinidades, se desarrollan a partir de la evolución e impacto en el ámbito científico y social de los estudios feministas. Una mirada crítica hacia el género, el cuestionamiento sobre la subordinación de la mujer implica en sí misma centrar la atención en los hombres.

Son las mujeres quienes pusieron en el tapete político y teórico la diferencia sexual como una dimensión constitutiva de los ordenamientos sociales y de las tramas culturales construidas por los seres humanos a lo largo de la historia y en toda formación social… el Sujeto Universal supuestamente nuestro, pero profundamente masculino, cojea y se tambalea en medio de las batallas por el aborto, el divorcio, contra la violencia sexual y doméstica, por relaciones familiares igualitarias o acerca de las propuestas estéticas de un museo o la escenificación publicitaria del consumo según refiere Parrini.

Nelson Minello opina que entender la masculinidad como herramienta analítica y no meramente como un concepto empírico permitirá tanto la formulación de interrogantes y problemas de instigación como la construcción de conceptos y explicaciones tentativas, parciales y sujetas a comprobación, de esos procesos o mecanismos a través de los cuales se (re)produce la dominación de unos sujetos sexuados sobre otros.

Michael Kimmel organiza los diversos trabajos sobre masculinidad en dos grandes orientaciones: los Aliados del feminismo-en su opinión los hombres deben enfrentar su participación en el poder social-, y los Autocentristas que reivindican la autonomía para estudiar la masculinidad, buscar recuperar virtudes masculinas y fortalecer a los hombres que se sienten sin poder; de esta manera, subrayan lo que hay de distintivo en la visión masculina.

Por su parte Mathew Gutmann señaló dos enfoques temáticos para el estudio antropológico de la masculinidad: Uno, en el cual no se puede eliminar la separación entre el mundo de los hombres y el de las mujeres; y otro, en el que se busca entender el lugar que ocupan las mujeres y las identidades femeninas en el desarrollo, permanencia y transformación de lo que significa ser hombres.

Por su parte, Mara Viveros, estudiosa latinoamericana a partir de la compilación que realizara Kenneth Clatterbaugh sobre los estudios de masculinidad (Men’s Studies) en los países anglosajones, realizó un trabajo similar que arroja algunas temáticas y posiciones dentro de los estudios sobre masculinidades, compendio importante para entender el estado actual de este campo teórico.