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jueves, 17 de mayo de 2018

Cuando todos respiramos aire contaminado

Por DianaLeon

En la actualidad, muchas de las mega ciudades sobrepasan en más de 5 veces los niveles de referencia de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud, siendo un riesgo importante para la salud de las personas. De acuerdo con cifras de esa organización, unos 7 millones de personas mueren anualmente por respirar partículas finas en el aire. En 2016, la contaminación del aire provocó unos 4,2 millones de muertes, y la contaminación del aire en las viviendas por usar combustibles y tecnologías contaminantes provocó 3,8 millones de muertes. Los datos señalan también que más del 90 por ciento de las muertes ocurren en países de ingresos bajos y medios, fundamentalmente de Asia y África.

Los efectos de nuestros descuidos y daños conscientes al medio ambiente también tienen una incidencia en nuestra vida y nuestra salud. Por ejemplo, de acuerdo con cálculos de la OMS, alrededor de 7 millones de personas mueren al año por la exposición a partículas finas en el aire, las cuales penetran profundamente en los pulmones y el sistema cardiovascular, provocando accidentes cerebro-vasculares, enfermedades cardíacas, cáncer de pulmón o infecciones respiratorias, incluida la neumonía.

De hecho, en 2016, la contaminación del aire fue la causante de alrededor de 4,2 millones de muertes, y la contaminación del aire en las viviendas por cocinar con combustibles y tecnologías contaminantes provocó un estimado de 3,8 millones de muertes.

Casi la totalidad de las muertes relacionadas con la contaminación del aire (más del 90 por ciento), ocurren en países de ingresos bajos y medios, principalmente en Asia y África, y le siguen países de ingresos bajos y medios del Mediterráneo Oriental, Europa y América.

Más del 40 por ciento de la población mundial (unas 3 mil millones de personas) todavía no tienen acceso a combustibles y tecnologías limpias para cocinar en los hogares, siendo esta la principal fuente de contaminación del aire en las viviendas. La OMS señala que aunque la tasa de acceso a combustibles y tecnologías limpias aumenta en todas partes, las mejoras no alcanzan para estar al ritmo del crecimiento de la población en el mundo, particularmente en el África subsahariana.

La organización señala que la contaminación del aire es un importante factor de riesgo para las enfermedades no transmisibles y es la causa de un cuarto (24 por ciento) de todas las muertes de adultos por enfermedad cardíaca, de un 25 por ciento por infarto, de un 43 por ciento por enfermedad pulmonar obstructiva crónica y un 29 por ciento por cáncer de pulmón.

La OMS monitorea desde hace años la calidad del aire en distintas ciudades, y actualmente están incluidas en la base de datos de calidad del aire externo, más de 4300 ciudades en 108 países, siendo esta la base de datos más completa del mundo sobre la contaminación del aire externo. Dicha base de datos recoge las concentraciones medias anuales de partículas finas PM10 y PM2,5; esta última incluye contaminantes, como sulfatos, nitratos y carbón negro, que constituyen los mayores riesgos para la salud humana.

Según explica Maria Neira, Directora del Departamento de Salud Pública, Determinantes Sociales y Ambientales de la Salud, muchas de las mega ciudades exceden en más de 5 veces los niveles de referencia de calidad del aire de la OMS, siendo un riesgo importante para la salud de las personas. Pero, explica la especialista que se está desarrollando un mayor interés político en este desafío global de salud pública, por ejemplo, con el aumento en las ciudades que registran los datos de contaminación del aire, muestra de un compromiso con la evaluación y monitoreo de la calidad del aire.

Aunque las últimas cifras muestran que los niveles de contaminación del aire externo son peligrosamente altos en la mayor parte del mundo, también reflejan algunos avances positivos, pues varios países están tomando acciones para abordar y reducir la contaminación del aire por partículas. Un ejemplo, es el Plan Pradhan Mantri Ujjwala Yojana de la India, que en tan solo dos años, ha proporcionado conexiones gratuitas de GLP (gas licuado del petróleo) a 37 millones de mujeres que viven en condiciones por debajo de la línea de la pobreza para apoyarlas a usar energía limpia en sus hogares. Por su parte, Ciudad de México se ha comprometido con estándares más estrictos para los vehículos, como el cambio a autobuses sin hollín y la prohibición de autos privados a diésel para 2025.

Las principales fuentes de contaminación del aire por partículas son el uso ineficiente de la energía en las viviendas, la industria, sectores de la agricultura y el transporte y las centrales eléctricas de carbón. Y en regiones específicas la arena y el polvo del desierto, la quema de desechos y la deforestación. Además, la calidad del aire puede verse influenciada por elementos naturales como factores geográficos, meteorológicos y estacionales.

La situación que hay que tener en cuenta es que la contaminación del aire no reconoce fronteras, por lo que las tareas para mejorar la calidad del aire deben ser vistas y llevadas a cabo mediante acciones gubernamentales sostenidas y coordinadas en todos los niveles. Los países deben trabajar de forma conjunta en soluciones para el transporte sostenible, el uso de energía más eficiente y renovable, y la gestión de residuos.