Un secreto muy frecuente: la incontinencia urinaria
Desconocida por muchos u ocultada por otros, la incontinencia urinaria se ha ido convirtiendo en uno de los problemas médicos más frecuentes que afecta la población mundial. Según datos obtenidos por el Colegio de Kinesiólogos de Buenos Aires, Argentina; el momento de aparición no es exacto, aunque para el caso de las féminas, se calcula un aproximado a los 35 años de edad, mostrando los varones una incidencia notoria alrededor de los cuarenta años.
De acuerdo con los especialistas, cerca de un 15 por ciento de los infantes también padecen de incontinencia. Esta situación no es más que el escape involuntario de orina, independientemente de la voluntad humana. En otras palabras, es cuando al individuo le aparecen muchas ganas de orinar, sin darle tiempo para llegar al baño, ocurriendo la micción inoportunamente.
Si bien los expertos plantean, existe un alto índice de personas afectadas, aún no se pueden recoger cifras fidedignas ya que muchos de los pacientes ocultan este padecimiento por pudor o desconocimiento. La ignorancia respecto a esta problemática no permite realizar a tiempo, un tratamiento médico–kinesiológico oportuno. Quien permitiría la reeducación del suelo pélvico, así como también una mejoría considerable de la enfermedad.
En situaciones más graves, los médicos aclaran, cuentan además con modernas técnicas de intervención quirúrgica así como efectivas terapias de rehabilitación.
Marita Motta, destacada kinesióloga, quien funge como miembro permanente de la Sociedad Kinésica de Pelvipereonología (SOKAP) en Argentina; fue la encargada de explicar la necesidad de tener un suelo pélvico en óptimas condiciones para la mejoría bio-psico- social de los pacientes.
Para esto, la rama de la kinesiología se muestra como una herramienta útil y alcanzable. Pues aplica terapéuticas efectivas como son: el Biofeedback y la Electroestimulación. Como es conocido, las personas incontinentes, por lo general, se exhiben angustiosos y ansiosos. Lo cual genera depresión en el sujeto afecto, afectando de esta forma, la esfera psicosocial del paciente.
El tratamiento de este padecimiento se inicia con una evaluación correcta por parte de urólogos y ginecológos. Estos últimos de gran importancia para el caso de las féminas, pues por lo general se ven afectadas por el embarazo, el parto y la menopausia. En el caso de los pacientes masculinos, se citan como principales causas las cirugías prostáticas y la senectud.