Los homicidios son el pan de cada día en Brasil
Según un estudio realizado por en Brasil, solo en 2016 el país tuvo un récord de 62 517 homicidios, lo que representa casi un 26 por ciento más que 10 años atrás y ubica a la nación latinoamericana como uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios 30 veces más que la media europea.
Varios son los países de América latina que presentan elevados y preocupantes números con respecto a la seguridad y los homicidios. En este caso, un informe reciente pone a Brasil bajo la lupa, pues señala que entre 2006 y 2016 se registraron más de medio millón de asesinatos. Con estas cifras Brasil superó, por primera vez en su historia, la tasa de 30 homicidios por cada 100 mil habitantes en ese último año, según señaló el estudio.
De acuerdo con el estudio realizado por el Instituto de Investigación Económica Aplicada (Ipea) y el Foro Brasileño de Seguridad Pública, solo en 2016, hubo un récord de 62 517 homicidios, cifra que es casi 26 por ciento mayor que 10 años atrás y coloca al gigante latinoamericano como uno de los países más violentos del mundo, con una tasa de homicidios de 30,3 cada 100 mil habitantes, 30 veces más que la media europea.
Los investigadores señalaron que, como suele ocurrir, los más afectados fueron los jóvenes, negros y pobres, mientras los blancos, que son alrededor de la mitad de la población, solo sufrieron 28,5 por ciento de los homicidios en 2016. Para los hombres entre 15 y 29 años de edad, la tasa de homicidios se disparó a casi 281 por cada 100 mil habitantes.
El aumento de los homicidios se produjo en un período en que la nación se convirtió en una potencia entre los mercados emergentes y luego zozobró económicamente. Es por ello que, son los estados pobres del norte y nordeste los que lideran la estadística.
Entre los que tuvieron una mayor tasa por cada 100 mil habitantes están Sergipe (64,7), Alagoas (54,2), Rio Grande do Norte (53,4), Pará (50,8), Amapá (48,7), Pernambuco (47,3) y Bahía (46,9). En el caso de Rio Grande do Norte, su tasa representa un aumento de 257 por ciento, con 1 854 asesinados en 2016.
En contraste, Sao Paulo, la mayor ciudad y motor económico, registró un fuerte declive, pasando de 8 377 homicidios en 2006, a 4 870 en 2016, una caída de casi 47 por ciento.