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lunes, 30 de julio de 2018

Ambiente político con el que comenzará Abdo

Por EvelynR

En menos de un mes el presidente electo de Paraguay, Mario Abdo Benítez asumirá la presidencia del país, pero la situación política es compleja, con una división entre los partidos y a lo interno del Congreso, lo cual pudiera afectar su efectividad en el mandato a la hora de presentar propuestas.

Resta menos de un mes para que Mario Abdo Benítez asuma la presidencia paraguaya. Pero para ese momento, enfrentará un escenario político dividido. Por lo que necesitará un equilibrio de cara a una nueva legislatura que le posibilite gobernar sin camisas de fuerzas.

De mantenerse la situación actual, que vincula a ambas cámaras del Congreso, esto podría afectar su agenda de gobierno, principalmente los proyectos de ley que pudiera presentar ante el Poder Legislativo. De acuerdo con expertos, su liderazgo será probado duramente desde el inicio de su mandato, y sin ese apoyo congresional, su gobernabilidad será muy frágil.

Para el analista Horacio Galeano Perrone, el presidente electo debería tener ya claro un modelo de gestión, y explicó que necesita un equipo con buena noción política y no estar administrando conflictos de política interna.

Galeano señaló que el futuro presidente enfrentará un alto nivel de conflictividad en lo social y económico para el que no está preparado, pues el nombramiento de su gabinete sigue siendo el del pago de favores políticos y no con base a una planificación y estrategia. Agregó que tampoco está considerando el nivel de conflictividad de la sociedad paraguaya, reflejado en la forma en que votó la ciudadanía el pasado 22 de abril.

La división que aún está presente en el gobernante Partido Colorado por la renuncia del presidente Horacio Cartes al Ejecutivo para una plaza como senador activo, tampoco presagia una ruta de gobernabilidad tranquila. Las diferencias son casi irreconciliables entre los grupos Honor Colorado, de Cartes, y el Colorado Añeteté, de Abdo, además de la aparición de una pequeña asociación de colorados independientes, que matizan el panorama en lo interno de ese partido tradicional y mayoritario.

El ministro del Interior de Paraguay, Ariel Martínez, dijo que ni el más pesimista de los colorados se hubiera imaginado ese escenario. Consideró que en el ambiente de su partido hay un tufo a traición y a estafa, a los electores y al propio mandatario, quien fue la figura política protagónica para que Abdo Benítez se convierta en el presidente 52 de Paraguay.

Entendidos coinciden en destacar que el nuevo mandatario deberá moderar las relaciones con los demás poderes, principalmente con el Congreso, al menos en esa instancia, y lograr que las aguas bajen el nivel necesario en el Partido Colorado para poder llevar a cabo su agenda de gobierno sin grandes contratiempos.