Los jóvenes paraguayos marchan contra el abuso sexual
Recientemente, una manifestación de menores se desarrolló en Asunción para protestar contra el abuso sexual en niños, niñas y adolescnetes, bajo el lema "Mi cuerpo, mi territorio". Más de 200 menores se pronunciaron con el fin de exigir mayor implicación de la sociedad y las autoridades en la lucha contra ese delito.
Cuando se trata de riesgos, los menores de edad, entiéndase niños, niñas y adolescentes, son grupos vulnerables. Entre los peligros a los que se enfrentan los que están en esta edad, está el abuso sexual. Tristemente, Paraguay no escapa de este flagelo y recientemente, una manifestación de menores se desarrolló en el centro de Asunción para protestar contra el abuso sexual bajo el lema "Mi cuerpo, mi territorio" y exigir mayor implicación de la sociedad y las autoridades en la lucha contra este delito.
Unos 200 niños y adolescentes, así como una docena de asociaciones dedicadas a la infancia y la adolescencia, portaron pancartas en las que se podían leer consignas como "Niñas, no madres", "No al abuso y a la explotación infantil" o "El monstruo puede estar en casa".
La manifestación buscaba hacer una llamada de atención para que los paraguayos se involucren en la erradicación de un problema que aún cuesta reconocer en voz alta. Es en ese sentido en el que las organizaciones quieren trabajar, en acabar con el miedo y la vergüenza a hablar sobre el tema y por ello piden una mayor educación sexual y menos reparos a la hora de hablar de sexualidad.
En el manifiesto de la protesta los menores solicitaron que se permita hablar de sexualidad con naturalidad, acorde a la edad evolutiva, pues esa es la base fundamental para la prevención del abuso sexual. El pronunciamiento también exigía mayor inversión del Estado para la atención de las víctimas y la prevención del abuso sexual, y un plan de estudios con una educación integral de la sexualidad con perspectiva de género.
Fidedigna Flecha, participante en la manifestación y miembro de la organización Mil Solidarios, explicó que en el país todavía no se ha implementado una verdadera educación para prevenir el abuso sexual de menores. La activista recordó que esa es la única manera de que los más pequeños sepan lo que es un abuso sexual y cómo se produce para alertar a otros adultos si lo están sufriendo.
Flecha señaló que muchos menores ya han perdido el miedo a denunciar, pero problemas como la dejadez de las autoridades, la lentitud de los procesos o el cuestionamiento al que se exponen las víctimas les llevan a retirar las denuncias.
Las organizaciones criticaron la falta de claridad de la Fiscalía para proporcionar los datos de abusos de menores y solo indican que entre enero de 2016 y abril de 2017 se registraron 2 595 denuncias de abuso sexual de menores, aunque señalan que hay muchos casos que no se denuncian.
