La inteligencia artificial rodea nuestra cotidianidad
Contrario a lo que muchos piensan, la existencia de la Inteligencia Artificial (IA) no está ligada únicamente a la aparición de robots con formas humanoides y tecnologías muy sofisticadas, como en las películas de ciencia ficción; al contrario, hay muchos aspectos de nuestra vida cotidiana que están influenciados por esta tecnología, al punto en que si reparamos en ello, nuestra vida moderna no sería posible sin la IA. Basta con navegar en Internet y ya estaremos en presencia de uno de los usos de la IA, pues los motores de búsqueda estudian nuestros hábitos y comportamientos de una manera inteligente que luego se revierte en sugerencias de información.
La IA está presente cuando realizamos una compra online, pues inmediatamente aparecen sugerencias de posibles productos que pudieran interesarnos. Esto es posible por el uso de algoritmos de autoaprendizaje, los cuales estudian lo que hemos comprado con anterioridad, los productos que hemos revisado e incluso el horario en que lo hemos hecho. De forma similar actúan los mecanismos de nuestras redes sociales favoritas y de servicios en red como Netflix, Spotify o Youtube, donde gracias a la IA quedan registrados nuestros gustos y por tal razón nos ofrecen películas, series, canciones o vídeos que se acercan a nuestras preferencias.
Más cercanos a la visión de las películas de ciencia ficción están los asistentes personales que ahora vienen con los sistemas operativos y que para muchos se han convertido en imprescindibles. La mayoría de los Smartphones tienen uno disponible, como el caso de Siri de Apple, o Cortana, para Windows; a los cuales les podemos hacer una infinidad de preguntas o indicar órdenes. Dichos asistentes están basados en IA, ellos nos estudian y analizan, y a través del “Machine Learning” (aprendizaje automático) son capaces de cumplir diferentes indicaciones y entre otras cosas reconocer nuestra voz. Es el mismo principio de funcionamiento de los asistentes virtuales que colocamos en nuestros hogares, tales como el Google Home o el Alexa de Amazon. Estos programas han evolucionando para ofrecernos las mejores respuestas, a las cuales llegan luego de aprender de nuestras rutinas y comportamientos.
Poco a poco estos usos de la IA se van extendiendo hasta otros electrodomésticos y nuestros hogares, donde a través de una simple orden de voz podremos poner en funcionamiento el horno, poner la lavadora, o regular las luces a nuestro gusto. Otros usos de la IA son los asistentes que se han incorporado a los vehículos, convirtiéndolos en coches inteligentes, algunos incluso con la particularidad de poder funcionar sin la necesidad de un conductor.
Campos como el de la medicina se han visto muy beneficiados con los usos de la inteligencia artificial. Mientras se estudia la posibilidad de emplearla en el nivel primario de atención, la cirugía robótica es un hecho que ha revelado ventajas tanto en la precisión en los procedimientos como en la calidad de la recuperación, al ser cirugías menos invasivas.
