El zumba, una pastilla anti-estrés
El zumba se ha puesto de moda sin duda alguna, ya que constituye una actividad lúdica y divertida. Las personas que la ejercitan aseguran que es el mejor remedio contra el desánimo y la apatía. La práctica de este baile no solo beneficia al cuerpo, sino también a la mente.
El zumba es una modalidad de fitness que ha conquistado el mundo, armonizando movimientos aeróbicos con coreografías dirigidas por el sabor de la música latina. En todo el mundo las personas que lo practican se describen por millones e incluso las celebridades forman parte de esta cifra colosal, dentro de las que se encuentran Shakira, Natalie Portman o Madonna, que se han apuntado a practicarlo. Datos que demuestran la clave del éxito del zumba.
De igual forma que cualquier otro ejercicio apoyado en la danza y el movimiento, el zumba exalta la frecuencia cardíaca y ayuda a quemar grasas. Por resultante, si se combina con una sana y equilibrada alimentación, es una excelente vía para perder peso, sobre todo de zonas difíciles como abdomen, piernas y caderas. Aunque algunos defensores de esta actividad alegan que en una sesión de zumba el gasto oscila entre las 500 y las 800 calorías, hay que tener presente que el número de calorías que se pueden llegar a quemar dependerá siempre de la intensidad, la duración y el compromiso que cada persona consagra a la clase. De todas maneras, como ocurre en cualquier actividad física, para obtener buenos resultados es importante la regularidad con la que se realizan las sesiones.
El zumba constituye además una buena opción para mejorar el sistema cardiovascular. Bailar en todas sus peculiaridades y también en zumba pone en movimiento el corazón, el sistema circulatorio y los pulmones; esto ayuda a mantener el cuerpo en forma y a prevenir otros problemas, como el colesterol alto. Al ser un baile fácil de seguir y no necesitar de mucha experiencia, es apropiado para todas las edades y niveles de habilidad física.
Este ejercicio físico realizado al son de la música bajo un ambiente alegre y desenfadado, consigue que la persona que lo practique se sienta de buen humor, alegre y entusiasta al segregar los neurotransmisores responsables de la regulación del buen humor (serotonina) y del placer y la energía (endorfinas), constituyendo un excelente antídoto contra el estrés.
