Enviar por email

tu nombre: email destino: mensaje:
Nombre de Usuario: Email: Contraseña: Confirmar Contraseña:
Entra con
Confirmando registro ...

Edita tu perfil:

Usuario:
País: Población: Provincia:
Género: Cumpleaños:
Email: Web:
Como te describes:
Contraseña: Nueva contraseña: Repite contraseña:

lunes, 25 de junio de 2018

El lejano horizonte del Brexit

Por Diana M.

El horizonte del Brexit cada vez se dibuja más lejano. Luego de dos años de efectuado el referendo sobre la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), la firma de un acuerdo definitivo entre ambos bloques se hace con el paso del tiempo más improbable, en tanto las divisiones en el orden interno británico no cesan de amenazar al gobierno de Theresa May. Hace pocas jornadas se cumplieron los dos años expresos del referéndum que tuvo lugar el 23 de junio de 2016.

En aquella ocasión, 17 millones 410 mil 742 británicos, el 52 por ciento de los votantes, coincidieron en que la mejor opción para su país era abandonar el bloque comunitario. No obstante, más de 700 días después, y pese a los numerosos encuentros entre los representantes de Londres y Bruselas, aún restan asuntos pendientes de gran relevancia como es el caso de lo relacionado con la frontera con Irlanda.

A lo interno del gobierno de May, y a la par de difíciles negociaciones con la UE, la jefa de Gobierno se enfrenta a las crecientes amenazas desde las filas de su formación, el Partido Conservador. Su actitud no ha sido la de fortalecerse como frente unido ante los 27, sino que los tories se muestran cada vez más dispersos y débiles, especialmente en el Parlamento, que hoy se ha convertido en un campo de batalla donde May ha sido derrotada una y otra vez. Desde fines del pasado año y hasta la fecha May perdió alrededor de una decena de miembros de su equipo, en tanto los llamados conservadores rebeldes la mantienen en jaque cuando se han tenido que tomar decisiones importantes.

Once meses tomaron los miembros del parlamento británico en aprobar un proyecto de Ley de Retirada de la UE, y ello después de intensos debates, un ir y venir constante del documento entre ambas cámaras, y un sinfín de promesas de la ministra a los inconformes, para aplacarles. Entre los capítulos más tensos para May estuvo el respaldo de los Lores al recurso que otorgaba a los diputados la decisión final sobre el Brexit, dirigido a impedir que Londres abandonara el bloque sin convenio. El documento les permitía detener la separación, o en otro caso, obligar a la dirección del país a reanudar negociaciones con Bruselas. Finalmente tanto Los Comunes como Los Lores cedieron, ante la comunicación del exfiscal general Dominic Grieve, impulsor de la iniciativa, quien comunicó que la mandataria reconocía la autoridad de ese organismo y la posibilidad de que interviniera en caso de que no se alcanzara un convenio.

Pese al éxito final, la discusión evidencio las francas divisiones de los conservadores, al punto de que algunos de sus miembros consideraron la declaración de intenciones insuficiente, y decidieron votar abiertamente contra la administración en el poder. Aunque en el seno de su partido y la oposición las inconformidades no quedaron resueltas, el hecho fue que May obtuvo una victoria momentánea. La mandataria evitó una rebelión interna que pudo conducirla incluso a enfrentar una moción de censura.

Los retos no han cejado. Aún le quedan importantes batallas por librar a la mandataria, están pendientes los trámites relacionados con la ley de comercio, y desde ya los tories rebeldes han dejado claras sus intenciones de respaldar una enmienda que exige la continuidad del Reino Unido en la unión aduanera. La tensión se ha hecho palpable en la porción más cercana a la ministra. A mediados de este mes el viceministro británico de Justicia, Phillip Lee, presentó su renuncia evidenciando se descontento con el manejo por el gobierno del proceso de separación. Así mismo, el titular británico para el Brexit, David Davis, amenazó con dimitir si no se ponía una fecha límite a una propuesta sobre Irlanda. Lee se declaró preocupado por las consecuencias negativas del proceso separatista, y lamentó no poder hacer nada desde su ministerio para cambiar el curso de las cosas. “Voté por permanecer en la UE y no he cambiado mi opinión. No obstante, creo que es imposible regresar a como estábamos antes del referendo. Es irresponsable actuar como ahora”, recalcó el funcionario.

Para Lee la salida del Brexit es un proceso en extremo complejo, aun mas de lo que los ciudadanos británicos puedan pensar; según cree ni el Reino Unido ni el bloque están listos para asumir una ruptura, sino que serán víctimas de un acuerdo apresurado y fraudulento. El ex viceministro es partidario de “detener, extender o revocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa para evitar un Brexit antes de tiempo”. A su vez, solicito no restringir el poder del Parlamento a la toma de decisiones falsas, exigiendo la posibilidad de solicitar al Gobierno el cambio de rumbo en función de los intereses de los británicos.

Un sondeo público de la encuestadora YouGov, divulgada por el diario The Times, mostro que el 66 por ciento de los ciudadanos británicos creen que la administración conservadora está manejando mal la ruptura con la UE, apenas un 21 por ciento apoya al Ejecutivo.

La zanja de 45 puntos entre detractores y afiliados es la más grande registrada hasta el momento. Un estudio paralelo señala que el 53 por ciento de los ciudadanos de ese país, respaldaría la permanencia en la Unión Europea si se repitiera ahora la consulta hecha en 2016. Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, refirió recientemente que el bloque se prepara para un posible Brexit sin convenio debido a la falta de avances en las conversaciones sobre temas como el de la frontera con Irlanda. ¿Qué dicen los irlandeses? “Hace dos años, los británicos votaron a favor de abandonar la UE. El resto de los Estados miembro, en especial Irlanda, no debe pagar las consecuencias de esa decisión”.

Según lo previsto en el programa del Brexit un acuerdo final debiera estar listo en octubre de este año, pues la separación está planificada para el 29 de marzo del 2019. Los expertos, no son tan optimistas, y creen que los plazos, cercanos ya serán imposible de cumplir.