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viernes, 18 de mayo de 2018

Menos mujeres en el Congreso de Paraguay

Por DianaLeon

Varios son los países en los que se trabaja por la equidad femenina en todos los ámbitos, incluido el político. Sin embargo, no en todos se logran o se mantienen los avances alcanzados. Por ejemplo, en el caso de Paraguay, si bien en desde el año 1989 comenzó un proceso de crecimiento de la representación de la mujer en el Congreso y se ha dado un incremento de dos o tres puntos porcentuales por cada elección; la cifra de 16,8 por ciento que tenían las mujeres en el período que finaliza este 2018 se reducirá a 14,4 por ciento en el siguiente.

Según señaló Lilian Soto Badaui, presidenta del partido Kuña Pyrenda y activista por los derechos de las mujeres, considerando que en el Senado entren 9 mujeres y en Diputados 12, habrá 21, lo que representa una baja en el Senado y en Diputados se mantiene.

En lo relativo a las causas de esta reducción, Soto señaló que no existe un mecanismo que asegure que la representación de la mujer sea democrática porque Paraguay no tiene una ley de paridad. En ese sentido, explicó que esa legislación hizo que en Bolivia el porcentaje de mujeres subiera de 5 por ciento al 50 en la Asamblea Plurinacional; en México a un 40 por ciento y alcanzara cifras similares en Ecuador, Nicaragua y Costa Rica.

Paraguay es el único país que tiene un cupo femenino de 20 por ciento en sus listas, cifra que de acuerdo con Soto, termina siendo no una base sino un tope. Refirió también que el machismo está muy inserto en el liderazgo de los partidos políticos mayoritarios, tanto de izquierda como de derecha, y que no se puede pasar a la igualdad mediante el conservadurismo.

Otro aspecto vinculado a por qué se redujo la cantidad de espacios de las mujeres en el Congreso, tiene que ver con las tareas de cuidado, pues en Paraguay aún todo está ligado al llamado “quehacer femenino” y el trabajo no se distribuye hacia el hombre, nos referimos a actividades como el cuidado de los hijos, de los enfermos, de las personas de la tercera edad, entre otras.

En ese sentido, la diputada instó a que se deje de cargar sobre las espaldas de las féminas prácticamente todo lo relacionado con el cuidado y se empiece a mirar a los hombres para la distribución de tareas. Soto señaló que, una vez que esta idea empiece a ser práctica, la situación se replicará a nivel político y tendrá influencia en la actividad parlamentaria.

Por ahora, depende de la Cámara de Diputados y el Poder Ejecutivo que la ley de paridad en Paraguay sea algo tangible y que las mujeres tengan más voces en el Congreso.