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martes, 22 de mayo de 2018

De un molusco a otro

Por Jacky

Un equipo de científicos estadounidenses estimuló con descargas eléctricas a un grupo de caracoles marinos condicionando una retirada defensiva de la cola de estos, de los cuales tomó ARN de los sistemas nerviosos y lo inyectó en un grupo de 7 caracoles que no habían sido estimulados con descargas. El resultado fue que los que no habían sido estimulados con descargas eléctricas se comportaban como si lo hubiesen sido, a causa del transplante del recuerdo.

Al leer el título de este texto muchos pudieran preguntarse si, además de probar hasta dónde podemos llegar con los avances científicos, tiene alguna utilidad el transferir recuerdos entre individuos. Lo cierto es que los resultados de esta investigación podrían llevar, en seres humanos, a nuevas formas de aliviar traumas vinculados con recuerdos muy dolorosos, así como a recuperar recuerdos perdidos.

En el estudio, un grupo de biólogos transfirieron el recuerdo de un caracol marino a otro, mediante una técnica que incluye traspasar ARN de uno al otro. El ARN, o ácido ribonucleico, es un mensajero celular para producción de proteínas y transporta las instrucciones del ADN en la célula. Pero ahora se conoció que tiene otras funciones importantes como la regulación de procesos celulares implicados en el desarrollo y en diversas enfermedades.

Un equipo encabezado por David Glanzman, de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), en Estados Unidos, administró leves descargas eléctricas a caracoles marinos Aplysia, con una frecuencia de 5 descargas en la cola, una cada 20 minutos, y 5 más 24 horas después.

Las descargas intensificaron el reflejo de retirada defensiva del caracol, una reacción para protegerse de un daño potencial. Posteriormente, cuando los investigadores tocaron a los caracoles, encontraron que los que habían recibido las descargas mostraban una contracción defensiva de unos 50 segundos, lo que significa que recordaban las malas experiencias. Mientras que los caracoles que no habían recibido las descargas se contrajeron por solo un segundo aproximadamente.

Luego, los investigadores extrajeron ARN de los sistemas nerviosos de los caracoles que recibieron las descargas, el día después de la segunda serie de descargas, y también de los especímenes que no las recibieron. Después, inyectaron el ARN del primer grupo en 7 caracoles que no habían recibido las descargas, y el ARN del segundo grupo de caracoles marinos fue inyectado en otro grupo de siete individuos que tampoco habían recibido las descargas. Mientras que, como se esperaba, el otro grupo de caracoles no mostró esa contracción prolongada.

Los resultados fueron que los siete que recibieron el ARN de especímenes que habían sufrido descargas se comportaban como si ellos también las hubieran recibido en la cola, con una contracción defensiva de unos 40 segundos. Esto significa que, en cada uno de estos casos, el recuerdo fue transferido de un individuo a otro.